Como un ejército escuchando a su comandante se apilaban en
torno a la tele. Un documental de viajes al espacio mantenía la detención de
todos, bueno, de todos no. Él observaba por la ventana la tarde lluviosa,
contemplaba el paisaje desolado por la llegada del otoño. Aguardaba aquella
cita que tanto esperaba, cada tarde de otoño en el hogar de jubilado era
calcada. Los tacones de la dama muerte aún no han sonado.
He oído los sonidos y los he ido uniendo en torno a algo que
me llamó la atención al venir a la universidad que era una señora muy mayor en
un autobús lleno de gente joven y como miraba la lluvia por el cristal como si
fuera la última lluvia que fuera a ver, como si fuera una despedida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario